La pandemia pone en evidencia los perjuicios provocados por las falsificaciones

 

  • Los países de la Unión Europea dejan de ingresar 15.000 millones de euros debido a la venta de falsificaciones, según la EUIPO.
  • Junto a material médico y sanitario falso, los consumidores europeos que compran falsificaciones se exponen al contacto con productos químicos nocivos, asfixia, descargas eléctricas y una gran variedad de lesiones. 
  • El Ayuntamiento de Madrid bate récord de permanencia con la campaña de sensibilización sobre el impacto negativo de las falsificaciones ¿Qué se esconde detrás de una falsificación?, la más larga de la historia.

Madrid, 10 de junio de 2020.- La pandemia del COVID-19 ha puesto en evidencia los grandes perjuicios que provocan las falsificaciones en la economía y en la sociedad. La magnitud de la pérdida de impuestos y los peligros para la salud a los que se exponen los consumidores, son dos consecuencias de las falsificaciones que se han hecho más reales y preocupantes, ya que influyen de forma directa en la recuperación de la economía, en el bienestar de la sociedad y en la seguridad del consumidor.

Hoy se celebra el Día Mundial Antifalsificación y desde la Asociación para la Defensa de la Marca (Andema) se incide en que este año, tras la crisis provocada por la pandemia, se hace más evidente los grandes perjuicios que provocan las falsificaciones para la economía y la sociedad. “La masiva pérdida de impuestos redunda directa y negativamente en el bienestar de una economía y una sociedad que necesitan todos los recursos posibles para su recuperación” destaca José Antonio Moreno, director general de Andema.

De acuerdo con el informe de 2020 de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) publicado hoy, las arcas de los estados de la Unión Europea (UE) dejan de ingresar 15 mil millones de euros al año debido a la reducción de los impuestos directos e indirectos, así como de las cotizaciones sociales, que los fabricantes ilegales no pagan.

En los últimos meses, la venta en España de mascarillas falsificadas y de otros productos sanitarios y de protección contra el COVID-19 han puesto de manifiesto los grandes peligros a los que se expone el consumidor cuando adquiere productos falsificados. Pero, además, el Informe de Situación de 2020 de la EUIPO sobre Vulneración de los Derechos de la Propiedad Industrial, señala que los europeos que consumen productos falsificados están expuestos a peligros como el contacto con productos químicos nocivos, asfixia, descargas eléctricas y una gran variedad de lesiones. Para el director de Andema: “más allá del material médico y sanitario falsificado, cuya existencia ahora conoce el ciudadano, hay una oferta amplia de productos falsos que pueden entrañar riesgos para la salud y la seguridad, puesto que no pasan controles de calidad ni tienen ninguna garantía. Los falsificadores no tienen escrúpulos, trata de maximizar el beneficio al menor coste.”

Según los datos revelados por la EUIPO este año, en productos que tienen especial incidencia en la salud y seguridad de los consumidores, como en el sector de los cosméticos y el cuidado personal, el sector del vino y las bebidas espirituosas, el sector farmacéutico y el sector de los juguetes y los juegos, cada año se pierden en la UE hasta 19.000 millones de euros en ventas debido a la venta de falsificaciones. Si extendemos el impacto a otros sectores, las falsificaciones provocan en la Unión Europea (UE) pérdidas en ventas por valor de 50.000 millones de euros al año, lo que causa la destrucción de 416.000 puestos de trabajo.

La concienciación de los consumidores es clave en la lucha contra las falsificaciones. En este sentido, la colaboración entre el sector público y privado es fundamental para llegar al ciudadano y que sea consciente de los grandes perjuicios de la distribución y venta de falsificaciones. El Ayuntamiento de Madrid tiene en marcha desde marzo una campaña de sensibilización elaborada con la colaboración de Andema en la que alerta sobre los efectos negativos de las falsificaciones. Se trata de la campaña de sensibilización con mayor permanencia que ha elaborado el consistorio.

Según Miguel Ángel Redondo, delegado del Área de Gobierno de Economía, Innovación y Empleo del Ayuntamiento de Madrid: “el Ayuntamiento de Madrid tiene un firme compromiso con la lucha contra la venta ilegal y de falsificaciones, y se manifiesta en la intensificación de las medidas de control policial y en la realización de campañas para concienciar a la ciudadanía de la importancia de un consumo responsable. Hemos realizado la campaña más larga de la historia del Ayuntamiento de Madrid en mobiliario urbano y un importante esfuerzo divulgativo para luchar contra la venta de falsificaciones. El consumidor, y más en materia de salud, debe saber qué compra y tener la garantía de los creadores y sus marcas”.

La información revelada por la EUIPO señala también que es cada vez mayor la relación entre los grupos de delincuencia organizada y el comercio de productos falsificados. Un hecho que destaca la campaña del Ayuntamiento de Madrid con la afirmación “No seas cómplice. Solo ganan las mafias”.

En definitiva, el consumidor tiene que ser consciente de que las falsificaciones son peligrosas para su salud, que destruyen empleo, provocan pérdidas a la economía y en impuestos, lo que pone aún más difícil la recuperación tras la crisis.